Thomas Carlyle calificó la economía hace más de 100 años como la “ciencia lúgubre” y no fue sin fundamento. Los economistas en general no somos buenos escribiéndole al ciudadano común, usamos excesivamente las matemáticas y explicamos apenas vagamente los diagramas a los que estamos entrenados a interpretar. Pocos economistas son capaces de transmitir lo fascinante que es la economía y su relevancia con el día a día; por esto no nos deberíamos sorprender al enterarnos que no somos populares.
Este proyecto surgió de una conversación con el director del diario El Espectador, donde le comenté que no veía en el panorama colombiano un ejercicio por reducir la brecha de conocimiento entre los técnicos en economía y el ciudadano común. Allí le hice la propuesta de la columna que lleva ya varios años.
Las columnas se publican originalmente en El Espectador y, al cabo de un par de semanas, en este blog.
https://www.elespectador.com/opinion/columnista/martin-jaramillo/4/