Los petristas no saben quién soy yo

(Publicado originalmente en el periódico La Patria el 27 de Marzo de 2018)

La llegada del debate electoral deja ver una efímera ilusión para utilizar con sensatez todo lo leído y lo aprendido. Sin embargo, un populista encabezando las encuestas nos robó ese espacio como ciudadanos, académicos e intelectuales. Hoy no se habla, no se escucha, no se construye y no se aprende.


Por eso el título de esta columna: si tanta mentecatez la piensan mis hermanos petristas, ¿quién soy yo para juzgarles? Si el mundo me ha dado el privilegio de poder conocer lo suficiente para evitar múltiples engaños infantiles, no tengo la autoridad moral para juzgar a quienes no han tenido la oportunidad o el interés de conocer la realidad. En vez de juzgarlos, suelo compartirles los datos mínimos a quienes me buscan debate en Twitter, así su inmunidad a la realidad les sugiera ignorarlos.


Entre los datos más básicos está la educación. Basta con ir a Google para ver que según Banco Interamericano de Desarrollo, nuestro PIB per cápita es menos de 6mil dólares al año. Es solo una simple aritmética calcular los ingresos disponibles promedio, después de pagar por comida y vivienda.
Se necesita poco para ver la realidad de que Colombia aún no puede dar educación gratuita universal, así el personero estudiantil Petro nos lo prometa. Si las matemáticas no son el fuerte de los petristas, bastaría con un poco de historia para ver que ningún país del mundo ha podido dar educación gratuita universal teniendo un PIB p/c como el nuestro.


Y el de la salud, dato peligrosísimo si lo ignoramos; las EPS. Es cierto que las EPS no tienen buena reputación en un mundo donde todos queremos recibir más y contribuir menos. Quien tiene que controlar el gasto nunca será popular. Pero eliminar a quien controla no hace que mágicamente los costos desaparezcan: a los médicos hay que pagarles, a quienes venden medicinas, construyen hospitales y a quienes los limpian. Si las EPS fueran el problema, entidades sin la intermediación serían exitosas y prósperas. El sistema de salud de las Fuerzas Armadas no tendría el déficit que tiene (más alto que el del sistema tradicional, sin tener EPS) y no se vería alrededor del mundo que los sistemas estatales de salud tienen los peores indicadores.


Termino con otra ignorancia monumental, la propuesta del petróleo. Petro dice que Colombia dejará de ser un país minero/petrolero y pondrá a Ecopetrol a producir energías renovables. Si mis compatriotas petristas no tienen acceso a la información de que el mundo lleva 50 años de investigación intensiva buscando otras fuentes de energía sostenibles, baratas y confiables, ¿quién soy yo para juzgarles? Si ellos creen que Petro encontrará en un par de meses la solución que investigadores de Estados Unidos, Alemania, Rusia y China han buscado por décadas, yo no soy nadie para dañarles su fiesta.


Solo por la información, la minería y el petróleo que Petro quiere acabar generan 7% del PIB anual de Colombia. En los últimos 7 años los recursos de la minería financiaron el 33% de toda la obra pública. Según el DNP, entre 2012 y 2016 con esa plata Colombia pudo pavimentar 50,000 kms de carreteras, financiar las maestrías de 3,263 profesionales, construir y renovar 784 colegios, 271 hospitales, 1,702 instalaciones deportivas y proveerle agua potable a 10 millones de colombianos que antes no la tenían.


La Colombia Humana fundada en ignorancias podrá ser demasiado inocente para juzgarle. Como les he dicho a ellos no soy nadie. Pero ellos insisten en que discutir la realidad es ser Uribista; definitivamente no saben quién soy yo.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s